El paso de Ángel Ortiz Monasterio por la Armada Nacional de México, esta marcada por dos procesos históricos de gran relevancia para nuestro país: el Porfiriato (1876-1910) y la Revolución Mexicana (1910-1917).

En el primero de ellos, el presidente Porfirio Díaz Mori, tuvo la tarea de ejecutar el programa que en materia económica ya había trazado el grupo liberal y que estaba encaminado a la obra titánica de modernizar México en todos sus sectores; incluyendo su poder marítimo y naval.

La admisión y actuación de Ortiz Monasterio debe insertarse y analizarse en este contexto de vertiginoso cambio. Su incorporación a la marina mexicana no fue casual, Díaz aprovechó su talento y le confirió grados, cargos y comisiones relevantes y no es extraño, ya que durante los largos treinta y cuatro años de su gobierno supo rodearse y allegarse de figuras destacadas y brillantes que se conocen como la “intelligentsia” mexicana. Y en este sentido, Ortiz Monasterio se sumó a la selecta lista de hombres que trabajaron en pro de México.

La ausencia de una enseñanza naval sólida en el país que formase oficiales profesionales, había motivado al gobierno a captar aquéllos marinos que tenían experiencia profesional con el fin de materializar los proyectos de modernización de la Armada Mexicana.

El desempeño de Ángel Ortiz Monasterio le permitió obtener diversas jerarquías desde Segundo Teniente hasta Vicealmirante; así como ocupar altos cargos militares como son los de Jefe del Departamento de Marina (1879-1885) cuándo sólo tenía treinta años y posteriormente Jefe del Estado Mayor Presidencial (1895-1899 y de 1900-1905), entre muchos otros cargos que, exigieron de Ortiz Monasterio una impecable hoja de servicios.

Durante su gestión como Jefe del Departamento De Marina, destacan las siguientes acciones realizadas por Ángel Ortiz Monasterio: En 1879, sofocó la sublevación del Vapor Libertad, tomando el mando de la escuadrilla, en donde tuvo como nave capitana al Vapor Independencia. Misión que fue desarrollada con éxito.

Organizó las clases de marina en el Colegio Militar y participó en la fundación de las escuelas náuticas de Campeche y Mazatlán. Asimismo, creó los arsenales navales en el Golfo y el Pacífico.

En agosto de 1883 asistió en Campeche a la botadura del dique flotante Pedro Sainz de Baranda; tarea que le había tocado inspeccionar desde meses atrás. La relevancia de esta botadura es que fue en su momento, una muestra de los trabajos de gran calidad de que eran capaces los marinos y empleados mexicanos de la construcción naval y del impacto que generaba en la población.

Más tarde, en 1885 ante una posible guerra con Guatemala fue nombrado Jefe de las Fuerzas Navales del Pacífico teniendo como barco insignia al Cañonero Demócrata. Lo que permite deducir el alto concepto en que se le tenía a Ortiz Monasterio para el desempeño de comisiones delicadas concernientes a la seguridad nacional.