Capítulo IV
El Personal de la Armada
 
El personal es el recurso más valioso de la Armada
 
En los procesos de la Armada se considera con especial atención el desarrollo de nuestros hombres y mujeres, con el fin primordial de cubrir las necesidades de la Institución y elevar su nivel profesional e intelectual.
 
Uno de los objetivos de la Armada es atraer a individuos de calidad

Atraer a mujeres y hombres jóvenes, altamente motivados, calificados y perseverantes, es esencial para la Armada. Contratamos y reclutamos sin discriminación en cuanto a raza, género o religión. Buscamos gente que tenga el potencial para trabajar de manera competente y satisfactoria en la Armada

 
Animamos a nuestro personal a hacer una carrera en la Armada
 
Queremos conservar con nosotros personal que sea profesional, con aptitudes de liderazgo, administración y destreza técnica. Conservar a estos elementos nos permite aprovechar sin descanso las ventajas de su instrucción y aplicar su conocimiento, capacidad y experiencia para lograr altos objetivos de la Nación en beneficio de nuestro pueblo. Por lo tanto, es crucial que apoyemos las iniciativas de calidad de vida, en especial la relativa a la satisfacción laboral, para exhortar a nuestros mejores hombres y mujeres a que hagan de la Armada una carrera. También reconocemos las enriquecedoras contribuciones de quienes no desean hacer de la Armada una carrera; les hacemos notar nuestra admiración y les brindamos tanta ayuda como nos sea posible para su paso a la vida civil.
 
Reconocemos a los individuos y las unidades que lo ameritan
 
Todos apreciamos una palmada en la espalda de vez en cuando, pues nos da a entender que vamos por buen camino; nos ayuda a sentir que pertenecemos a algo, nos da gusto por lo que hacemos e inspira a dar lo mejor de nosotros. Los reconocimientos son incentivos, alimentan el espíritu, y como tales, deben ser oportunos, adecuados y significativos. Nos empeñamos en exaltar a nuestros elementos para mostrarles la estima por sus esfuerzos diarios. Otorgamos distintas formas de reconocimiento para destacar en público el desempeño perseverante y excepcional. Determinamos dicho reconocimiento con base en la contribución que hace el individuo a la misión de la Institución, sin que influya su jerarquía. Reconocemos especialmente al personal que se encuentra asignado a unidades operativas por los altos riesgos que enfrenta en el cumplimiento de las misiones que le son asignadas.
 
Nuestra meta es promover al personal al nivel o grado más alto, de conformidad con su capacidad
 
Creemos en la importancia de la movilidad ascendente y de dar la oportunidad de avanzar en una carrera. Promovemos a nuestro personal con base en las capacidades demostradas. Todos aquéllos quienes realizan sus tareas de manera competente y tienen la capacidad para asumir responsabilidades mayores, cubran vacantes y reúnan los requisitos de ley, son candidatos para ser promovidos. Los mandos de la Armada son responsables del desarrollo de sus subordinados y de animarlos a superarse.

Consideramos como ascenso el acto mediante el cual se promueve al militar en servicio activo al grado inmediato superior, en el orden jerárquico dentro de la escala que fija la Ley Orgánica. Un ascenso, además de representar una nueva jerarquía, representa mayores beneficios económicos, pero también implica un compromiso personal con la Institución: asumir con mayor responsabilidad sus funciones, así como lograr mejores niveles de desempeño.

 
Nuestras asignaciones a puestos se basan en las necesidades de la Armada

Cuando asignamos a un individuo a un puesto, tomamos en cuenta dos factores: las necesidades de la Armada, para asegurarnos que el individuo correcto esté en el puesto adecuado cuando sea necesario y las necesidades profesionales del individuo, para garantizar el crecimiento continuo en la carrera. Las asignaciones se dirigen primordialmente a evitar las vacantes en unidades operativas.

Giramos órdenes de movimiento para reubicar a quienes se encuentren excedentes en las planillas orgánicas, y para mantener cubiertas las planillas de las unidades y establecimientos que lo requieran. Procuramos afectar lo menos posible al personal, asignándolo a la misma región geográfica, buscando compaginar los intereses institucionales con los personales, siempre y cuando esto no perjudique el servicio.

 
Algunos problemas personales pueden requerir reasignación o licencias
 
Aceptamos que los problemas personales son poco previsibles, por lo que tratamos de darles la atención apropiada. Sabemos que hay circunstancias que no se pueden prever y que sólo pueden resolverse con la presencia del interesado en el ámbito familiar en que se presente la emergencia. Si un individuo o miembro de su familia enfrenta una situación así, se pone a consideración que al individuo en servicio activo se le conceda una licencia por problemas personales, siempre y cuando no se perjudique el servicio. En los casos que precisan de más tiempo del estipulado en las licencias, de acuerdo a la gravedad del problema y sin afectar el servicio, es posible reubicar a los individuos para ayudarlos a sobrellevar su situación. El área de Seguridad Social de la Dirección General de Recursos Humanos juega un papel preponderante en estas situaciones, para que a través de ella y con un estudio socioeconómico muy profesional, se den las respuestas a las necesidades planteadas. No es posible olvidar que el cumplimiento de nuestra misión, en la mayor parte de los casos, nos obliga a ausentarnos del ámbito familiar y en otros a cambiar de domicilio por razones estrictamente operacionales; a nadie se le busca una reasignación con afán de perjudicarlo.
 
La instrucción y educación son de vital importancia

 

El proceso de modernización operativa de la Armada, ha exigido orientar las políticas de personal hacia el desarrollo humano, privilegiando la capacitación, el adiestramiento, el entrenamiento, la formación y la especialización, convirtiendo la educación naval en el eje rector de la Institución, de tal manera que le permita proyectarse en el tiempo de manera flexible de acuerdo a la evolución de las circunstancias.

Para ello incrementamos la especialización en centros educativos nacionales y del extranjero abarcando una gran cantidad de áreas del conocimiento, así mismo, integramos un grupo de alto nivel capaz de desarrollar la ciencia y la tecnología para la Armada, preparándose en: electrónica naval, procesamiento digital de señales, ingeniería aeronáutica, sistemas de sensores electromagnéticos, ciencias de la computación, robótica y análisis de operaciones, entre otras.

En nuestras escuelas de formación y especialización, se impulsa el uso de simuladores aéreos y de navegación, tácticos y estratégicos, necesarios para la ejecución de las operaciones bajo una misma doctrina. Ante los escenarios nacional e internacional, que demandan capacidad real de respuesta para neutralizar amenazas, entrenamos a nuestras fuerzas especiales en la ejecución de operaciones de guerra no convencional en el aire, tierra y mar y preparamos a las fuerzas de reacción anfibia para proyectarse a tierra en el desarrollo de operaciones encaminadas a la salvaguarda del territorio nacional. También adiestramos al personal de fuerzas de infantería de marina y de las brigadas navales en operaciones ribereñas y a las dotaciones de las patrullas interceptoras en operaciones de respuesta inmediata contra las amenazas que se presentan en nuestros mares.

Como resultado de este proceso, las Fuerzas Navales realizan operaciones donde se evalúa la capacidad de respuesta de las unidades de superficie, fuerzas especiales, fuerzas anfibias y unidades aeronavales, a fin de alcanzar altos niveles de efectividad en la ejecución de operaciones.

La educación de los hombres y mujeres de la Armada, sin importar su especialidad o rama, constituye la estrategia central para lograr el desarrollo de la Institución, por tal razón buscamos alcanzar el óptimo desarrollo profesional de todos nuestros recursos humanos y exhortamos al personal naval para que saque provecho de las oportunidades educativas a su alcance.

 
Valoramos y dependemos del ingreso de profesionales y las ideas de todo el personal
 
La cooperación y el trabajo en equipo son esenciales para el cumplimiento de la misión, lo cual sólo se logra con gente profesional, por tal motivo somos muy cuidadosos con su selección, inducción (al ingresar al servicio activo) y desarrollo. Alentamos la comunicación abierta a lo largo de la cadena de mando al hacer participar a nuestros subordinados en la planeación, toma de decisiones y solución de problemas, fomentando el trabajo en equipo y un sentido de pertenencia. Estimulamos a nuestros elementos para que haga propuestas innovadoras.
 
Respetamos los derechos humanos
 
La Armada de México, como heredera de las tradiciones de respeto a la dignidad humana, preserva los derechos humanos, ya que una parte inherente del éxito de una misión lo constituye el compromiso de hacerlo respetando las garantías individuales de las personas. Haremos del conocimiento del personal de la Armada, el marco legal de los derechos humanos, teniendo siempre presente que éstos corresponden al hombre por su propia naturaleza y que el personal naval está obligado a mantener, respetar y garantizar estos derechos en el ejercicio de sus funciones o atribuciones.
 
No toleramos la discriminación
 
El respeto a todos los ciudadanos es la piedra angular de nuestra Constitución. Aceptamos plena responsabilidad de demostrar este respeto a todos, sin discriminación de raza, religión o género. Sabemos que el trabajo en equipo, que es imprescindible para el cumplimiento de la misión, requiere que aceptemos, instruyamos, inspiremos y respaldemos a todos. Admitimos la importancia de una Armada que refleje la diversidad de género, raza y cultura de nuestra Nación, y buscamos la representación de dicha diversidad en todos los grados y ramas. Hemos de brindar la instrucción, educación y asesoría necesarias para desarrollar las aptitudes de liderazgo y garantizar una oportunidad de igualdad de aspiración a los cargos.
 
No disculpamos ninguna forma de acoso sexual
 
El acoso sexual contraviene el compromiso que tiene la Armada de mantener altos niveles de integridad e imparcialidad. Es un comportamiento inaceptable que perjudica la efectividad del servicio. No se justificará en ningún nivel. Todas las quejas se manejarán de una manera pronta, justa y efectiva.
 
No permitimos las familiaridades en el servicio
 
Las relaciones personales de familiarización entre superiores y subalternos son contrarias a la ética profesional. La confraternización mal entendida da como resultado el favoritismo, ya sea real o imaginario y da pie a la insubordinación o desobediencia, lo que menoscaba nuestra organización.
 
Damos asesoría oportuna y constructiva
 
Hacemos uso de asesoría documentada informal y formal para cerciorarnos de que nuestro personal sepa en todo momento lo que pensamos de su desempeño. Nos aseguramos de que conozcan lo que esperamos de ellos. Deben ser elogiados por su buen desempeño, informados cuando este no es satisfactorio o asesorados sobre cómo mejorarlo cuando es inadecuado.
 
Hacemos evaluaciones prácticas y periódicas por escrito sobre el desempeño
 
La asesoría y las evaluaciones del desempeño son procesos separados, aunque relacionados en cierto modo. Las evaluaciones tienen que pensarse mucho porque su intención no estriba únicamente en registrar el desempeño sino en motivar e instruir.

Las evaluaciones escritas tienen que estar listas a tiempo y poner énfasis en lo que el individuo ha conseguido durante el periodo, qué tan bien lo ha hecho, los puntos más fuertes del individuo y, de ser necesario, sus debilidades más significativas y el potencial que muestra para el avance y un aumento de responsabilidades. Nadie habrá de sorprenderse por el contenido de su evaluación, pues la asesoría y retroalimentación periódicas, así como un consejo sobre cómo mejorar, son los medios básicos para estimular los puntos débiles e identificar las fortalezas.

 
Vacaciones.
 
Todo el personal tiene derecho a las vacaciones establecidas en el reglamento correspondiente, a fin de contar con tiempo libre para actividades familiares y asuntos personales. El individuo puede hacer uso de los periodos vacacionales a que tiene derecho, sin embargo, las necesidades que impone el servicio son el factor en base al cual se decide cuándo y cuántos días se le autorizan en un momento dado; los mandos son responsables de ello. La organización y la instrucción de su personal deben permitir a todos los individuos hacer uso de sus vacaciones sin afectar el servicio.
 
Autorizamos franquicias para ausentarse del servicio
 
Las horas de servicio y de franquicia deben definirse con claridad. Los líderes son responsables de organizar los horarios de trabajo de tal manera que no se extiendan más allá del horario normal, salvo en circunstancias excepcionales. Las franquicias por lo general se autorizan al final del horario laboral hasta el inicio del siguiente día hábil.
 
Damos todas las prestaciones que marca la ley y procuramos ajustarnos a las cambiantes condiciones económicas
 
  • Sueldos y compensaciones. Pocas cosas son más importantes que asegurarnos que los hombres y las mujeres de la Armada reciban una remuneración justa por su servicio. Hacemos un esfuerzo constante ante las instancias correspondientes para que el pago y las compensaciones de la Armada se adecuen a las necesidades del personal.
  • Atención médica. La salud es primordial y estamos comprometidos a satisfacer las necesidades médicas de nuestros elementos y sus familias. Trabajamos porque haya centros modernos y eficientes de atención cerca de las instalaciones navales.
  • Seguro. Todos los hombres y las mujeres de la Armada tienen por ley un seguro de vida militar y un seguro colectivo de retiro (se descuentan por nómina).
  • Retiro. La Armada de México tiene un programa de retiro al que nuestro personal tiene derecho después de 20 años de servicio. El haber del retiro se calcula con base en un porcentaje de los haberes en el servicio activo, de acuerdo al grado que ostente y el número de años en el servicio. Buscamos garantizar que el haber de retiro refleje los cambios del costo de vida.

Los retirados de la Armada gozan de los derechos y beneficios a los que su leal servicio y sacrificio los ha hecho acreedores.

 
Nos esforzamos por proporcionar instalaciones modernas, atractivas y de alta calidad a nuestro personal
 
De nosotros depende destinar los recursos a sitios de trabajo de alta calidad y eficientes, así como alojamientos disponibles y seguros. Para tal fin trabajamos en conjunto con las autoridades locales.
 
Estamos consagrados a la seguridad de nuestro personal
 
Una obligación fundamental de la Armada es proteger el bienestar y la vida del personal naval. Nuestros programas incluyen medidas de seguridad que tienen como fin evitar accidentes; sus elementos básicos son personal instruido, competente y adecuadamente supervisado, equipo bien diseñado y en buen estado, así como procedimientos operativos aprobados.
 
Somos responsables de que se observen las normas de conducta, las leyes y los lineamientos federales

Nuestras normas de conducta y desempeño exigen más que aquéllas de la comunidad civil que protegemos y defendemos. Es nuestra responsabilidad acatar esas normas, pues sabemos que nuestros superiores y la sociedad mexicana nos tienen por responsables de ello. Nuestra responsabilidad queda avalada por nuestro compromiso personal, un firme liderazgo y, cuando es necesario, por las leyes y los reglamentos que rigen nuestro proceder.

 
No toleramos el consumo de drogas ni alcohol
 
El abuso del alcohol y el uso de drogas, es incompatible con nuestras normas de desempeño, disciplina y disponibilidad militar; socava los cimientos de la moral, salud, seguridad y confiabilidad. Enfatizamos la educación preventiva, la disuasión activa y la detección en todos los niveles.
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